La condena aplicada por Felipe IV al último maestre del Temple, Jacques de Molay, sentencia la muerte de este, la del papa Clemente V que aprueba dicho castigo y la del caballero Guillermo de Nogaret al servicio del monarca y por tanto cómplice del veredicto, pero no solo los tres ejecutores son alcanzados por la maldición que Jacques de Molay proclama desde la hoguera antes de expirar el último aliento, sino que todos aquellos que escoltan o ambicionan el trono del monarca se ven amenazados por la condena. De esta forma, la vida de la joven Margarita de Borgoña queda señalada al ser obligada a casarse con el príncipe Louis, heredero a la corona, teniendo que renunciar a su gran pasión por Leoncio y a dos gemelos que nacen de esta unión. Tras verse privada del verdadero amor tiene que fingir que llega doncella al matrimonio, pero su carácter rebelde y soñador la lleva hasta los brazos del joven Felipe d'Aunay, esta decisión la conducirá al más degradante de los castigos y a su confinamiento en el castillo de Couches. Corren la misma suerte sus primas y cuñadas; Blanca de Navarra y Juana, la primera por dejarse embaucar por el frenesí de Margarita y la segunda por ser conocedora de unos hechos tan graves y callarlos.
La conjura altera también la afable vida de otras dos jóvenes ajenas a las intrigas palaciegas; Maria de Cressay que a través de su matrimonio con Guccio Di Mino Baglioni Tolomei es llamada a servir como nodriza en la corte, y la segunda esposa del rey Louis, Clemencia de Hungría, apartada de su hijo tras la muerte de su marido y más tarde recluida de por vida tras ser acusada injustamente por los usurpadores del trono.
Una novela entretenida que da una idea de las sucias argucias, liosas confabulaciones, arduas estrategias y traiciones que se dan entre los que ostenta el poder o quieren mantenerlo.
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