Rigidez patológica
Rigidez y obsesiones
Se entiende que la rigidez se produce en las personas que presentan dificultades de adaptación, debido a que les falta flexibilidad para encajar en los diferentes contextos o situaciones. También se entiende por rigidez la incapacidad de tener en cuenta o no saber tener en cuenta otros modos de pensar, valores, ideas, creencias o asumir el punto de vista de los demás. Otro aspecto muy importante de la rigidez, es que la persona rígida, dogmática, no tolera la ambigüedad, y le cuesta abrirse de mente, valorar más opciones que la suya propia. Aunque también podemos ver la rigidez en su aspecto más positivo como la capacidad de perseverar, continuar con lo que uno ha empezado, y no perder la meta hasta alcanzarla.
Como vemos la rigidez está muy relacionada con la empatía así como con la interacción social, las personas rígidas presentan muchas dificultades para llegar a acuerdos comunes, y en la mayoría de los casos al alcanzarse algún acuerdo si no es el planteamiento de la persona rígida, es frecuente que internamente ésta se repita una y otra vez que su propuesta era mejor, convirtiéndose en un pensamiento recurrente e incluso en algunos casos obsesivo. Tampoco podemos obviar la relación entre la rigidez y el perfeccionismo, especialmente cuando observamos la rigidez desde ese punto de vista positivo que nos hace mantenernos en nuestro camino hasta alcanzar nuestras metas. Poco a poco vamos viendo cómo la rigidez que aparentemente podemos pensar que tiene poco alcance, abarca muchas áreas de la personalidad, por lo que inevitablemente si presentamos una rigidez desmesurada sintomatológicamente se hará presente en muchas otras áreas.
Rigidez e Ira
La rigidez a nivel de personalidad es una de las principales fuentes de ira de las personas, ya que nos afecta como hemos visto al principio, a nuestra capacidad de adaptación, nuestra flexibilidad y nuestra capacidad de valorar las ideas o propuestas de los demás. Por lo que las personas rígidas toleran muy poco los cambios de planes, los errores, o todas aquellas faltas que vayan en contra de sus principios morales tan dogmáticos, como por ejemplo la puntualidad. Aquí es donde juega un papel muy importante la empatía, esa habilidad tan complicada de poner en práctica por las personas rígidas, gracias a ella, nos podemos poner en el lugar del otro y comprender el por qué de sus actos más allá de unas normas de conducta o unos principios morales de comportamiento que nos deben regir.
Rigidez y ansiedad
Es inevitable, las personas rígidas padecen de ansiedad de forma constante, esta incapacidad de adaptarse es el principal responsable. En este punto el perfeccionismo, y las obsesiones o ideas recurrentes e inflexibles van a hacer que la persona a lo largo del día presente unos niveles de ansiedad muy por encima de la media. Ansiedad que en muchos casos se acaba manifestando de forma física mediante las somatizaciones, cefaleas, dolores estomacales, dermatitis, disfunciones sexuales…
Otro elemento responsable de la ansiedad es la baja tolerancia por parte de las personas rígidas a la incertidumbre o a la ambigüedad, es necesario en todo momento controlar la situación y disponer de toda la información, por lo que si todavía no sabemos a qué hora hemos quedado esta noche y nos encontramos al mediodía, la persona rígida comenzará a angustiarse y a preocuparse porque necesitará saber lo antes posible a qué hora han quedado, aún incluso sabiendo que tiene toda la tarde libre.
Puño cerrado con el pulgar del dedo índice hacia arriba

-Si cierras de esta manera tu mano, quiere decir que eres una persona sensible y que buscas protección.
-Tiendes a ser inseguro, sobre todo cuando no te sientes aprobado por alguien o no te dejan formar parte del grupo. A veces eres demasiado agradable y corres riesgo de que los demás se aprovechen de tu bondad.
-Eres entusiasta, divertido y aventurero.
-Disfrutas de la vida en pareja y con amigos.
-Te gusta ayudar a la gente y no eres egoísta.
Postura doblada
Como su propio nombre indica, el cuerpo de los que toman la postura plegada se caracteriza por
Los músculos de los hombros curvos
El pecho hundido
La cabeza está inclinada y hacia adelante.
Por lo general es posible observar esta postura en personas de cuerpo delgado, alto, parecidas aún a adolescentes a pesar de estar en edad adulta, a menudo con gafas porque son miopes. Los pies parecen tener poco contacto con el suelo y las piernas son tan delgadas que requieren que las rodillas se tiemblen para soportar el cuerpo.
Son personas que tienen en su interior un gran vacío interior, probablemente debido a un bajo afecto maternal recibido durante la infancia y son personas que tienden a depender de los demás, aunque esta debilidad se enmascara con una extrema independencia.
Significado Emocional De La Miopía
No quiero ver lo que está lejos. Miedo al futuro, a crecer, a las responsabilidades, a tomar decisiones.
El Resentir: “Mi ojo debe ser perfecto de cerca». «Huyo de la realidad cercana a mí, me molesta demasiado». «No soporto a alguien que se ha ido lejos». «Lo que está lejos no lo quiero ver». «No quiero ver lo que hay cerca de mí».
Para poder encontrar el conflicto relacionado con la miopía tendremos que ir al momento en que se desencadenó y analizar la situación que estábamos viviendo, para poder expresar la emoción oculta y encontrar un recurso.
En muchas ocasiones, la miopía empieza a manifestarse en la etapa de la adolescencia y esto no es por casualidad, ya que es el momento en el que empezamos a ser independientes y donde tenemos que empezar a enfrentarnos a la vida por nosotros mismos.
Según la clasificación del tipo de personalidad dada por Carl Gustav Jung, la personalidad descrita se cataloga como
Introvertido sentimental
Desarrollan los mismos sentimientos que los demás, aunque no son tan dóciles al momento de demostrarlos. Por ejemplo, son muy empáticos, afables y comunicativos con quienes lo rodean; aunque lo son mucho menos frente a los desconocidos.
No son muy espontáneos al momento de expresar algunos sentimientos, como por ejemplo el apego. Pueden guardarse, de esta manera, algunas emociones sin que esto implique que esta no arda dentro de ellos. A menudo se los cataloga como solitarios, melancólicos o indiferentes.